Malas Hierbas
Una mala hierba es una planta que crece en un lugar donde no se desea que crezca. Generalmente este concepto se aplica a las especies que crecen en los cultivos.
El hombre, en su necesidad de producir alimentos, ha tenido que sacar partido de la naturaleza y modificarla para que su esfuerzo sea lo más eficiente posible, evitando que la vegetación espontánea interfiera en la producción de sus cosechas.
Las malas hierbas se caracterizan por su gran capacidad de dispersión y persistencia. Disminuyen el rendimiento de los cultivos, invaden canalizaciones de agua, y estructuras agrarias.
Algunas de estas especies de gran capacidad de expansión llegan a alterar los ecosistemas naturales de un territorio, desplazando en la mayoría de los casos a la flora autóctona.
Desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX, la mano de obra, el laboreo y las rotaciones de cultivos han sido los principales, métodos para el control de las malas hierbas.
Los avances tecnológicos han permitido evolucionar hacia una mayor especialización de productos químicos, para controlar las malas hierbas, con grandes ventajas frente al laboreo tradicional en cuanto a los costes en la mano de obra, así como en el mejor aprovechamiento del agua, ahorro de energía y mejora de la fertilidad.
Las malas hierbas se clasifican en tres grupos principales:
El hombre, en su necesidad de producir alimentos, ha tenido que sacar partido de la naturaleza y modificarla para que su esfuerzo sea lo más eficiente posible, evitando que la vegetación espontánea interfiera en la producción de sus cosechas.
Las malas hierbas se caracterizan por su gran capacidad de dispersión y persistencia. Disminuyen el rendimiento de los cultivos, invaden canalizaciones de agua, y estructuras agrarias.
Algunas de estas especies de gran capacidad de expansión llegan a alterar los ecosistemas naturales de un territorio, desplazando en la mayoría de los casos a la flora autóctona.
Desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX, la mano de obra, el laboreo y las rotaciones de cultivos han sido los principales, métodos para el control de las malas hierbas.
Los avances tecnológicos han permitido evolucionar hacia una mayor especialización de productos químicos, para controlar las malas hierbas, con grandes ventajas frente al laboreo tradicional en cuanto a los costes en la mano de obra, así como en el mejor aprovechamiento del agua, ahorro de energía y mejora de la fertilidad.
Las malas hierbas se clasifican en tres grupos principales:
- Las anuales crecen con normalidad, producen semillas y mueren antes del transcurso de un año. En los climas más cálidos, algunas anuales pueden sobrevivir hasta un segundo año. Por lo general, las malas hierbas anuales son las más fáciles de eliminar.
- Las bianuales viven dos años. Durante el primero, se encuentran en un periodo de desarrollo vegetativo, mientras que en el segundo entran en un periodo de floración y producción de semillas.
- Las perennes viven más de dos años y producen semillas anualmente.
A continuación le detallamos una listado de las malas hierbas, más comunes en nuestro país, con una pequeña descripción, científica y común, para poder identificarlas más fácilmente.